Las claves del éxito de TSMC, el fabricante de chips taiwanés

https://blogs.publico.es/ignacio-martil/2021/06/25/las-claves-del-exito-de-tsmc-el-fabricante-de-chips-taiwanes/

(Para una perspectiva general de la historia y la actualidad de la tecnología microelectrónica, recomiendo la lectura de «Microelectrónica. La historia de la mayor revolución silenciosa del siglo XX«; 2018, Ediciones Complutense)

A mediados del pasado mes de abril, Morris Chang, fundador y dos veces director ejecutivo del gigante mundial de la fabricación de chips de vanguardia, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), pronunció un discurso de una hora en una sala llena de líderes empresariales y gubernamentales de Taiwán. Su discurso ha pasado sin pena ni gloria en los medios de comunicación occidentales, a pesar de la valiosísima información que el veterano líder y fundador de la empresa compartió con su auditorio, digna de analizar en profundidad.

A continuación, voy a describir lo que, según la solvente y bien fundada opinión de Chang, explica el enorme éxito del modelo industrial de TSMC y las razones por las que según este ingeniero tanto Estados Unidos como China y Europa tienen mucho trabajo por delante, si intentan replicar el modelo de TSMC en sus propios territorios.

Morris Chang, en una imagen de 2017

1. Las 3+1 claves del éxito de TSMC

De acuerdo a lo que indica Morris Chang, las claves principales que explican el éxito industrial de TSMC son las siguientes:

1. – Talento técnico: Taiwán cuenta con una gran cantidad de ingenieros, técnicos y otros trabajadores altamente cualificados que desean dedicarse a la industria de fabricación de chips avanzados.

Esta es quizás la más obvia de las ventajas no obvias. Obvia porque disponer de un gran talento es un requisito previo para cualquier empresa exitosa. No obvia, porque en 1985, cuando Chang fue a Taiwán para iniciar TSMC, Taiwán no era conocido por ser una potencia técnica; esa categoría le pertenecía a Estados Unidos, Japón y algunos países de Europa. Chang tuvo que atraer a un grupo de talentos de alto nivel de los Estados Unidos, la mayoría de los cuales eran de ascendencia taiwanesa, para regresar a Taiwán y poner en marcha TSMC.

Chang atribuyó la dedicación de estos ingenieros al arduo espíritu de trabajo del pueblo taiwanés, que él considera que no existe en Estados Unidos. Esta observación es cierta en gran medida, pero también hay algunas diferencias estructurales que permanecen ocultas: al ser una economía pequeña y no tan diversificada, trabajar para TSMC conlleva recompensas salariales y gran prestigio social en Taiwán. Sin tanta competencia de otras industrias bien remuneradas, como finanzas, consultoría, tecnología de software, etc., TSMC es la empresa en la que el talento taiwanes desea estar.

2.- Gestión profesional local: Taiwán desarrolló un sólido cuerpo de gerentes locales competentes, aunque estos gerentes no realizarían eficientemente su trabajo en otros países.

De acuerdo con Chang, esta ventaja tiene muchas sutilezas. Si bien tener buenos gerentes es clave para el éxito de cualquier empresa, es particularmente importante para el negocio de fabricación de chips, en donde la eficiencia es un factor clave. La localización de gerentes de alta capacitación profesional es lo que Chang cree que hizo que TSMC tuviera éxito en Taiwán, pero del mismo modo, lo hará menos exitoso en el extranjero en lugares como Arizona, donde se va a instalar una fábrica de TSMC en 2024.

En otras palabras, el talento de gestión no se transfiere bien a través de las fronteras, en contraste con el talento técnico. Chang, como experimentado ejecutivo estadounidense que es, admitió haber sentido este desafío y el choque cultural en carne propia cuando estaba comenzando TSMC. Hasta ese momento, había pasado toda su vida profesional en los Estados Unidos, de manera que parece saber de lo que habla.

3.- Excelente red de carreteras y ferrocarriles de alta velocidad: el transporte de alta velocidad permite el despliegue rápido de miles de trabajadores técnicos y de fabricación entre los tres centros de TSMC: Hsinchu, Tainan y Taichung, sin que estos empleados tengan que reubicar a sus familias.

 

El tren de alta velocidad de Taiwan, que conecta todos los centros industriales donde TSMC tiene sus fábricas

 

Esta es la menos obvia de las cuatro ventajas. El hecho de que haya menos de un día de viaje entre estas tres ubicaciones le da a TSMC la máxima flexibilidad para optimizar sus recursos humanos con objeto de maximizar la producción. Esta ventaja subraya un punto importante: la calidad de la infraestructura básica -como las carreteras y los ferrocarriles de alta velocidad- es crucial no solo para optimizar la cadena de suministro de la fabricación, sino también para la gestión de los recursos humanos. También es la razón por la que Chang es pesimista ante cualquier intento de replicar lo que TSMC tiene en Taiwán en un lugar como Arizona, donde una geografía con grandes distancias, sin buenas comunicaciones y sin tren de alta velocidad es un factor muy negativo.

3+1.- Concentración de la producción y costes laborales: una razón clave por la que la empresa es tan eficiente y rentable es la concentración de su fabricación en Taiwán. Las principales fábricas de TSMC de Taiwán están lo suficientemente cerca como para que se pueda movilizar de manera flexible a los ingenieros para que se apoyen mutuamente cuando sea necesario. Además, hay otras razones clave: la compañía estima que los costes de producción en Estados Unidos son entre un 8 y un 10 % más altos que en Taiwán, situación que sería incluso peor en Europa.

Fruto de estos logros, el resultado es espectacular: TSMC fabrica el 55% de todos los chips que comercializan en el mundo los “pure foundries”:

 

Reparto del mercado de los fabricantes “pure foundry” en el año 2020. El trozo de “tarta” que se lleva TSMC es el 55% del mercado mundial. Le siguen, de lejos, Samsung (16%, Corea del Sur), Global Foundries (7%, Estados Unidos) y United Microelectronics (7%, también de Taiwan)

 

 ¿Dónde van a parar los chips fabricados por TSMC? La figura lo muestra. Como se puede ver, TSMC apenas fabrica chips para el sector del automóvil, que está sufriendo una enorme escasez en este año, debido a un conjunto de factores que analicé en un reciente artículo.

El reparto por aplicaciones de los chips fabricados por TSMC en el año 2020: Como se puede ver, los chips destinados a teléfonos móviles representan casi la mitad de la producción

2. Un modelo difícil de replicar fuera de Taiwán

Por tanto, TSMC no está ni preparado ni predispuesto para dispersar sus capacidades de fabricación por todo el mundo. En Estados Unidos, se comprometieron con la instalación de la fábrica de Arizona señalada anteriormente, debido a que las autoridades locales dejaron claro que se harían cargo de la diferencia de costes; en Europa, el caso es aún más complejo, ya que la iniciativa de la UE (que debe contentar a 27 socios) primero debe definirse y explorar las posibilidades de los propios fabricantes europeos para participar en la posible operación.

Los fabricantes europeos como Infineon, NXP y STMicroelectronics dominan el mercado de chips para automóviles y algunos otros nichos, pero en los últimos años, siguiendo la tendencia general del sector, han centrado su atención en el diseño de chips, no en la producción. Varias de las empresas de chips más grandes de Europa conservan plantas de fabricación, pero han evitado invertir miles de millones en nuevas capacidades y como tantos otros actores del sector, subcontratan gran parte de la producción a fabricantes como TSMC. En resumen, la capacidad de fabricación de chips de vanguardia de Europa está por detrás en varias generaciones de tecnología de procesos con respecto a los líderes de la industria como TSMC y Samsung.

Finalmente, otro detalle que hace que este problema no se resuelva simplemente instalando (caso de llevarse a la práctica) una fábrica en Europa: si se quiere fabricar chips en el nodo de 3 nm, eso costaría inicialmente del orden de 15.000 millones de euros. Dos años después, se tendrían que invertir otros 18.000 millones, y después de eso, otros 20.000 en un plazo de otros dos años. Las cifras son enormes y es una inversión continua para mantenerse en la vanguardia. Esa es exactamente la razón por la que TSMC se ha vuelto tan dominante. Sus competidores han ido abandonando gradualmente la carrera de competir con la capacidad de fabricar chips de vanguardia porque la inversión requerida cada vez es más elevada. En definitiva, TSMC seguirá siendo inexpugnable por el momento.

Publicado por Ignacio Mártil de la Plaza

Soy Doctor en Física (1982) y Catedrático de Universidad (2007) en el área de Electrónica. Realizo mi actividad docente e investigadora en la Universidad Complutense de Madrid, de carácter marcadamente experimental, en el campo de la física de los semiconductores. Soy especialista en propiedades eléctricas y ópticas de estos materiales, así como en dispositivos electrónicos y opto-electrónicos basados en ellos, siendo mi principal objetivo en la actualidad el estudio de conceptos avanzados en células solares. Mi trabajo científico se concreta en los siguientes indicadores principales: soy co-autor de más de 160 artículos científicos publicados en revistas de alto impacto de ámbito internacional; he presentado más de 100 Ponencias en congresos internacionales; he participado y participo, como Investigador Principal o como miembro del equipo investigador, en 25 proyectos de investigación financiados con fondos públicos en concurrencia competitiva; he dirigido 7 Tesis Doctorales; finalmente, soy evaluador de publicaciones (“referee”) de 15 revistas científicas internacionales. Fuera del ámbito académico, tengo un blog personal de divulgación científica en el diario Público, (“Un poco de ciencia, por favor”); soy colaborador de El País, OpenMind, El Confidencial, El Periódico de la Energía, etc. En las Redes Sociales, tengo perfiles en Instagram, Twitter, YouTube y Facebook, en este último caso, con más de 775.000 seguidores.

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