Ignacio Mártil
Catedrático de Electrónica en la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Real Sociedad Española de Física
Recojo aquí un extracto del contenido del Capítulo 4 de mi libro de próxima aparición “El Radar en la historia del siglo XX”.
El programa del radar puesto en marcha por EE. UU. durante la segunda guerra mundial, fue coordinado por el Radiation Laboratory (en lo que sigue, Rad Lab), laboratorio creado en el Massachussets Institute of Technology para coordinar todo el programa. En este artículo describo brevemente uno de los proyectos que se abordaron en el Rad Lab: el antecesor de lo que hoy en día se denomina AWACS (Airborne Warning and Control System, Sistema Aerotransportado de Alerta y Control), el primer radar aerotransportado de alerta temprana, algo parecido a instalar en un único avión toda la red británica Chain Home, que defendió a Gran Bretaña de las incursiones de la Luftwaffe durante los años 1940-1941. Conocido en clave como Proyecto Cadillac, su objetivo inicial fue responder a la creciente amenaza kamikaze, que planteó el ejército japonés durante la segunda mitad del año 1944. El sistema resultante fue el más avanzado desde el punto de vista tecnológico concebido en el Rad Lab y pasó a la historia por ser el primer sistema AWAC del mundo.
Al final de la guerra, una quinta parte de todo el personal del Rad Lab junto con 160 oficiales de la Marina, estaban trabajando en este proyecto, que se convirtió en el responsable del 10% de todas las compras externas durante los cinco años de la existencia del Laboratorio. El proyecto no se terminó a tiempo para que hubiera tenido algún efecto en el resultado de la guerra, pero fue un equipo pionero y antecesor del futuro de los sistemas de radar.
Cadillac (designado oficialmente AN/APS-20), fue diseñado para superar algunas de las limitaciones inherentes a cualquier equipo radar, impuestas por la curvatura de la Tierra. El avión encargado de transportar este sistema fue un TBM Avenger modificado, que montaba la antena giratoria del equipo, de 2.4 m de diámetro, en la parte inferior del avión entre las ruedas del tren de aterrizaje, así como la electrónica necesaria para transmitir los ecos provenientes de un objetivo al operador del equipo del propio avión, ubicado detrás del piloto del avión.

Un TBM-3W-2 recién salido de la fábrica en junio de 1958
El transmisor utilizaba un magnetrón de gran potencia (1 MW), operaba a frecuencias de microondas (2.86-2.88 GHz) y tenía un alcance de 450 km. Al volar a altitudes elevadas, el alcance del equipo se extendía notablemente, permitiendo la localización de buques y aviones enemigos volando a alturas inferiores, objetivos ambos que el radar de búsqueda de un buque difícilmente podía detectar.
La cantidad de información que proporcionaba sobre la ubicación de barcos y aeronaves –con el eterno problema de la identificación amigo-enemigo–, era simplemente descomunal para el área que podía barrer el equipo. Para que pudiera procesarse en un tiempo adecuado y los datos obtenidos tuvieran algún valor, esta información tenía que comunicarse rápidamente a todos los Centros de Información y Combate de los buques de la flota con la que interactuaba el Avenger.

Un TBM-3W en la cubierta del portaaviones USS Franklin D. Roosevelt (CV-42)
La necesidad de disponer de un radar de estas características era anterior al Proyecto Cadillac y, de hecho, un comité de la Marina ya había recomendado en junio de 1942 pensar en un sistema así y había solicitado al Rad Lab que se pusiera a trabajar sobre el concepto.
A principios de 1945, se entregaron dos sistemas completos fabricados por una compleja variedad de proveedores. El primero de ellos se instaló en febrero en el buque USS Ranger (CV-4), donde estuvo en pruebas entre abril y junio, que sirvieron para demostrar la valía del AN/APS-20 más allá de toda duda, pero el fin de las hostilidades eliminó la necesidad de organizar la invasión de Japón y, por lo tanto, la necesidad de su uso en el campo de batalla.
En la fotografía que abre este artículo y en las dos siguientes, se puede apreciar la voluminosa cúpula de protección de la antena del equipo, la cabina del operador del radar carenada detrás de la del piloto y las aletas verticales adicionales agregadas al estabilizador horizontal. Hay una excelente colección de fotos de este aparato en este enlace:

Este radar, ya instalado en un avión, no entró en servicio hasta 1946 y se convirtió en el pilar de los AWAC después de la Segunda Guerra Mundial. Fue reemplazado a partir de 1956 por un equipo derivado de él, designado AN/APS-95. Una evolución posterior, el AN/APS-103, se mantuvo operativo hasta 1978. Posteriormente, tanto el sistema inicial como sus evoluciones posteriores, se instalaría en otros modelos de aviones, como los que muestro a continuación:

El radar de alerta temprana instalado en un Boeing PB-1W, en 1947. El avión era una versión modificada del bombardero B-17.

Instalado en un Douglas AD-3W Skyraider, hacia 1958